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¿Quién no da una vuelta por su propio hueco al menos una vez al día?

 

Sean cuales fuesen las circunstancias, en algunos momentos me encuentro frente a la siguiente pregunta: ¿Qué sucede cuando alguien cae en un agujero negro?

Según la ciencia, las opciones serían dos: incinerarse de inmediato o emerger del agujero ileso.

¿Quién no ha caído en su propio hueco sin salir incinerado o totalmente ileso?

¿Y cómo se surge de él? ¿Qué forma tiene el hueco de cada uno?

 

Mediante una autoexploración constante investigo y reflexiono acerca de la posibilidad de conocer mi propio hueco y la relación con mi historia y la de los otros.

El pasado, el presente y el futuro encerrados en la oscuridad.

Darle forma al vacío, atraparlo, encontrar la clave del diálogo entre la forma y el espacio y la manera de transitarlo en un sinfín de recorridos.

Pensar y representar a través de la materia, modelarle un sentido.

El tiempo se comprime. Lo simple se vuelve extraño. La oscuridad del vacío y su potencial luminosidad construyen el mundo que soy con su singularidad.

A veces el vacío llena, otras provoca colapsos.

A veces anida, otras es ajeno.

 

Laura Nucenovich

Octubre 2021        

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